miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los misterios de la Civilización, decodificando Giza


El gran misterio de las pirámides de Gizah
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=0HN04NRVLVA#!

Los estudios minuciosos llevadas a cabo por cuatro investigadores nos revelan que el pasado de la humanidad es mas antiguo de lo que creemos, tan remoto que rompe con los paradigmas hitoricos de la civilizacion humana. Robert Bauval, Graham Hamcok, Jhon Antony Wets y Robert Schoch, geologo que estudio la esfinge, descubriendo que gran parte de la erosion fue producida por agua, grandes cantidades de agua que cayeron hace miles de años atras en el tiempo. ¿Agua en la meseta de Gizeh? hace mas 10.000 años atras el clima era muy distinto, y el sahara era una fertil tierra, muy distinta ahora.


Aqui unos interesastes documentales que revelan pruebas sobre el tema expuesto.





http://www.youtube.com/watch?v=ent-lb25aso&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=qShWun__oTU&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=47eGfg624B8







Cuando todo parecía que Robert Bauval había encontrado la solución al enigma de las pirámides egipcias con su revolucionaria teoría de Orión, señalando que estos monumentos reconstruían el cielo de la meseta correspondiente al 10500 a. de C., todo daba un nuevo giro a la investigación. Pasan los años, y el tiempo sigue dando la razón a Bauval.
Robert Bauval, ingeniero de profesión, caminaba entre las salas del caótico Museo Egipcio de El Cairo. Un paseo más entre los muchos que había dado por el mismo lugar recordando el glorioso pasado que hace miles de años iluminó el fértil Valle del Nilo. Sobre una de las paredes de la sala que alberga la impresionante estatua en diorita del faraón Kefrén (ca. 2550 a. de C.), Bauval se percató de la existencia de una gran fotografía aérea que mostraba los vértices de las tres pirámides de la meseta de Gizeh, las de Keops (ca. 2575 a. de C.), Kefrén y Micerinos (ca. 2500 a. de C.). Parecía insólito, pero era la primera vez que se percataba de la existencia de esta inmensa fotografía, que tomada por la fuerza aérea egipcia en la década de los años 50.

Desde esa vista cenital, era mucho más claro que las tres mastodónticas construcciones no estaban alineadas, sino que la más pequeña de todas, la que pertenecía al faraón Micerinos, se desviaba de la diagonal que unía a sus dos hermanas mayores. “El desvío se notaba tanto como un cuadro torcido en una pared -comentó el propio Bauval-”. Este singular encuentro cambiaría radicalmente la vida de este ingeniero angloegipcio.